El porqué de Poste Cabildo

El Poste Cabildo es un pilar que sustenta dos arcos porticados de la Plaza de Garrovillas de Alconétar. En tiempos fue lugar donde se reunían los muchos clérigos de la villa para tomar decisiones. Algún tiempo después sostenía las espaldas de los jornaleros que esperaban el dedo apuntador para conseguir un jornal. Yo quiero que este Poste sea lugar para mis reflexiones, compartidas o no, e invitaros a criticarlas.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Curso de macroeconomía


Voy a confesaros un secreto que he descubierto estos días atrás; coincidiendo con mi aniversario, y reconociendo que ando un poco chapado a la antigua en algunas cuestiones, me he enterado que soy un espécimen raro, esto me lo ha aclarado un tal Juan Rosell, a la sazón Presidente de la muy noble y solidaria CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales). El máximo representante de los empresarios ha dicho en público y en voz alta, que: “el trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XIX", además añadió cuando estaba algo crecidito en el asunto “que el proceso de transformación digital lo cambia todo, en el mundo de los negocios y en el día a día de las casas, y hace que lo que hoy parece imposible, en unas horas, días o semanas parezca posible". Pues, iba a decir amigo Rosell pero diré, señor Don Juan por aquello de la no confianza: o sea, que los empresarios piden estabilidad para poder invertir sin riesgo a la bancarrota, cosa que me parece loable, pero en cambio, el asalariado tiene que andar a la cuarta pregunta y sin poder asumir riesgo a la hora de comprar su vivienda, aventurarse a cambiar de coche, si lo tiene, o poder arriesgar a invertir en los estudios de sus hijos porque su seguridad salarial esté en vilo.
Con la segunda parte de su intervención sí estoy algo más de acuerdo, vosotros os preguntaréis el porqué, fácil, dice que con la nueva era digital el mundo cambia día a día, y yo añado “¡sorpresa te da la vida!” ¿O algunos de ustedes podría imaginar hace algún tiempo que quien fuera su antecesor, Gerardo Díaz Ferrán, tuviera que dejar su responsabilidad por aquello de cogerlo con las manos en la masa? ¡Si es que uno no se puede fiar ya ni de los compañeros! Esto en el siglo XIX no pasaba.

A la vista de este comentario se me ha abierto a mí la necesidad de ponerme al día en esto de la macroeconomía, cosa en la que aquellos que tenemos la espada de Damocles sobre nuestras cabezas, por cuestiones de supervivencia económica, no le hemos puesto mucha atención. 

He querido enterarme qué es eso de la Deuda Pública que estos días también está algo alborotada por haber sobrepasado el 100 %. Bien, pues no es que me haya enterado mucho, pero puedo contaros que esto significa que el Estado debe más dinero que la riqueza que genera, ¡pues vaya novedad! ¿Y qué españolito de esos que el señor Rosell quiere poner en un brete no debe más de lo que genera? Claro que según quien da la clase de macroeconomía la cuestión tiene mayor o menor importancia. Oyendo a los responsables del Gobierno, la cuestión no tiene importancia y todo es debido a que nuestra economía está mejorando, pero si la cosa sale de boca de la oposición, estamos casi a punto de sucumbir. Solución, seguir cada uno a lo nuestro, eso sí, me he puesto a investigar históricamente el asunto y he descubierto que desde que se tiene conocimiento de eso de la deuda pública (1500) ésta, salvo en determinadas ocasiones, siempre que se ha superado el 100 % ha sido consecuencia de las diversas guerras en las que hemos participado, ya que siempre pagaba la guerra quien la perdía, y la verdad que guerras no hemos ganado muchas, así nos pasó en lo que se conoce como “guerra de Cuba y Filipinas” o en la “Carlista” que en esta llegó al 150 %.

¿Cómo lo solucionamos? Según lo oído conteniendo el déficit presupuestario; así que ya nos podemos ir preparando, pues podéis imaginar cómo le vamos a meter el diente.

Pero que tengamos que pagar el déficit aquellos que más tiempo llevamos en él, tiene bemoles; tenemos déficit en sanidad, en educación, en dependencia, en libertades, en igualdad, en obras públicas…
Como no quiero dejaros con mal sabor de boca, también voy a hacerme eco de algo que se da de tortas con todo lo anterior.

Según sugiere la OIT (Organización Internacional del Trabajo), en España debería subir el salario mínimo interprofesional un 10 % en los próximos tres años para reducir la pobreza laboral. La OIT pone como ejemplo a España en pobreza laboral y especialmente en los jóvenes, en la franja de 16 a 24 años; El experto explicó que “este aumento se debe a dos factores: el crecimiento del desempleo, pero también porque muchos de los que tienen un empleo no reciben una remuneración suficiente para salir del riesgo de caer en la pobreza. "Es un tema preocupante debido a ese doble fenómeno".

Podéis imaginar que mi primera parte no está muy de acuerdo con esta última, pero seguro que al amigo Rosell, a quien ya llamo amigo por aquello de la confianza, el estudio de la OIT, si es que se lo han pasado, le habrá hecho tanta gracia como a mí el haberlo escuchado a él.

Claro que yo voy a dormir tranquilo esta noche, él no lo sé, pero la conciencia no debe de tenerla muy tranquila ¿o quizás sí? Peor para él.

Posiblemente lo comentado haya perdido actualidad, no por ello deja de tener su enjundia, perdón por lo trascendental de la matraca.

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