Estos últimos días me encuentro
subido de ánimos, todo debe influir; por una parte la fiesta más carnal del año,
esa que de alguna manera te hace subir la libido -¡ojo! no confundir con
lívido-, el comprobar que la luz natural va tomando tintes primaverales –otra
que la sangre altera- y estamos pasando la hoja de la estación oscura y de
recogimiento; pero sobre todo lo que verdaderamente me ha hecho que llame a mi
psiquiatra para anular la cita programada, es el desmesurado aumento de mi
pensión de jubilación, un 0, 25 %, ¡ahí es nada!, de la que ya os adelanté
alguna cuestión. En cuanto he notado en mi cuenta bancaria la subida mensual,
he llamado a la familia para invitarlos a todos a lo que quieran, lo de pagar
ya es otra cosa, pero un hecho así no desmerece.
Lo anterior voy a intentar
explicarlo. Toda persona humana o individuo –con perdón por el pleonasmo- tiene dos partes claramente diferenciadas, el
cuerpo y el alma. El cuerpo es esa parte un tanto gandula y derrochona que
siempre está pensando a ver que se le antoja para llevármelo al coleto o darse
un homenaje; ella es calculadora, etérea, siempre valorando lo bueno y lo
mejor; así estaba yo estos días en un sin vivir; él andaba algo antojadizo y
para darle a ella justificación de lo que se le venía encima intentó justificar
el porqué. ¡Mira!, le dijo, tú que siempre andas diciendo que yo podría haber
sido banquero y así no tendrías problemas con el peculio, resulta que un tal Francisco
González, a la sazón Presidente del BBVA solo le han subido la pensión 1,50 %
más que a mí, ¿y eso cuánto es?, preguntó ella; pues no mucho, pero te lo voy a
decir: el tal señor González, ganó 3,77 millones de euros en el 2015, un 1,75 %
más que un año antes, cantidad a la que podrá sumar un variable diferido en
acciones que elevaría su retribución hasta 5,6 millones de euros…” Yo para autoconformarme
me he dicho ¡”Pues tampoco es tanta la
diferencia! Pero por la cara que puso la doña me parece que no le he
convencido.
Como aún me queda alguna sisa
para poder seguir comprando al papel, y lo hago, leo que a aquellos que están
dilapidando las arcas públicas después de haber cotizado y encima se dedican en
su senectud a esa cosa de la Cultura (escribir, pintar, componer, hacer cine)
les están obligando a elegir: o hacen como cualquier buen ciudadano cobrar y
pasear, o dejan ese vicio de querer culturizar a todo un país, ¡son unos
incorregibles! La pregunta de rigor ¿Qué hubiera llegado hasta nosotros de la
Cultura Griega, del Siglo de Oro o la Generación del 27 si también les hubieran
obligado a elegir entre comer o hacer Cultura? ¿Cuántos de esos han muerto en
la más vasta indigencia por el solo hecho de dedicarse a alimentar nuestras
almas? ¿Y para esto quieren algunos amigos míos jubilarse? ¡Valiente
despropósito!
Hoy me ha dado la cosa por eso de
la economía, y es que además, éste, es otro motivo más de regocijo y dispendio,
¿o no lo es el que eso que hace algún tiempo no sabíamos nadie que era y en los
últimos tiempos estábamos todos pendiente de si subía o bajaba? No, no me estoy
refiriendo al petróleo que son palabras mayores, la referencia que dirían los duchos
es en materia de Euribor; desde el 5 de febrero
se ha colocado en tasa negativa -0,002 %; rápidamente he llamado a mi
prestamista (banco) para que me empiece a abonar en mi Plan de Pensiones los
réditos correspondientes, pero claro todas las noticias no podían ser buena,
quien me ha atendido, nunca es el director cuando vas a reclamar, lo primero
que se le ha escapado ha sido una carcajada, a renglón seguido se ha tirado
conmigo por teléfono más de 15 minutos para decirme al final que “verdes las
han segado”; ahora empiezo a entender aquello que comentaba más arriba de lo
que cobra un tal Francisco González.
Ya decía al principio que hoy me
encontraba yo eufórico y la cosa no es para menos. Aquello que en algunas
manos, muchas, y sobre todo porque están creadas para ello, las armas; esas que
si no son manejadas por mentes asesinas es una cosa inerte, cuando el ser
humano quiere hacer con ellas algo diferente, incluso llegan a ser útiles para
la sociedad, ahora paso a explicaros:
Un creador mejicano, Pedro Reyes, allá por
2008 puso en marcha una iniciativa para recoger armas en Ciudad Juárez
(México), donde la muerte y las armas campan a sus anchas; consiguió recoger
más de 1.500 artefactos de matar para fundirlos y convertirlos en palas con las
que se sembraron otros tantos árboles, consiguiendo transformar un instrumento
de muerte en instrumento de vida.
Recientemente este mismo artista ha
puesto en marcha otro proyecto, en este caso le ha dado el nombre de “Imagine”,
tal cual la canción que compusiera el miembro de “The Beatles” John Lennon, y
que consiste en recopilar armar y convertirlas en instrumentos musicales, ni
que decir tiene que la banda sonora del programa es esa misma composición y que
aprovechándome de ella voy a poner un par de estrofas para terminar con el
mismo optimismo que empecé esta mi perorata carnavalera.
ni tampoco religión.
Imagina a toda el mundo,
viviendo la vida en paz (...)
(…) Puedes decir que soy un soñador,
pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros,
y el mundo será uno solo.
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