El porqué de Poste Cabildo

El Poste Cabildo es un pilar que sustenta dos arcos porticados de la Plaza de Garrovillas de Alconétar. En tiempos fue lugar donde se reunían los muchos clérigos de la villa para tomar decisiones. Algún tiempo después sostenía las espaldas de los jornaleros que esperaban el dedo apuntador para conseguir un jornal. Yo quiero que este Poste sea lugar para mis reflexiones, compartidas o no, e invitaros a criticarlas.


miércoles, 23 de marzo de 2016

Semana de pasión2

No soy yo quien para hacer, decir y menos escribir sobre el VII Congreso Internacional de la Lengua  Española que se ha celebrado estos días atrás en Puerto Rico, pero como en la fábula guaraní, aquella en la que el colibrí llevaba agua en el pico para apagar el fuego del bosque, yo también, hago mi parte. Con el solo hecho de intentar escribir con la corrección que marca la lengua de Cervantes, tengo bastante, y eso que de vez en cuando me asaltan ciertos fantasmas que me hacen dar un brinco, cierto que sin mucha altura, sobre mi asiento; eso me pasó estos días atrás cuando en un diario regional leí el siguiente titular: “Monfragüe abre un centro de fotografía”, hasta ahí bien; metido en el texto es cuando se me emberrenchino el prurito lingüístico, decía que “se inauguraba el Wildlife & Photo Center…”, y yo me pregunto ¿no es más bonito y más acorde con el entorno decir que “se inaugura un centro de fotografía para la fauna silvestre?” Dejo lo del lenguaje, que ya lo habrán solucionado en el Congreso y además que ya os di la matraca con este asunto en mi anterior sermón.

Hablando de sermón, que es semana propicia para ello y hablando de hablar; estos días atrás en una celebración, otra vez con el cáliz en la mano, alguien decía hablando de cuestiones legales lo siguiente: “es que para eso hay que tener pagado el IBI religiosamente”; mayor contrasentido no cabe, no porque la frase estuviera fuera de contexto o mal construida, no, era por aquello de que precisamente lo de pagar el IBI y lo de religiosamente no parece que sea un matrimonio bien avenido.

Voy a seguir por este camino ya que “la ocasión la pintan calva”.


Metido en harina “semanasantera”, diré en primer lugar y para que quede constancia, que no soy muy devoto de santorales, respeto los gustos, creencias y predicamento de los demás, como también pido que se respeten los míos. De esta semana de pasión me gusta admirar la imaginería y las tallas escultóricas por el valor artesanal que conlleva; me encanta la gastronomía, recuerdo de potajes, escabeches y torrijas; me gusta la saeta y la música de las bandas, no me gusta el uso que se hace del himno nacional; incluso me emociono cuando veo que alguien se emociona por algo que yo no llego a hacerlo… Dicho esto, también hay cosas con las que no comulgo; sigo sin entender, a mis taitanto años, como no somos capaces de separar eso que se llaman Poderes y que en estos días se hace un batiburrillo, -por cierto comida también típica de estos días en mi pueblo-, haciendo un “totum revolutum” entre la Iglesia, el Estado, el Poder Judicial, las Fuerzas del Orden Público, el Gobierno… ¡que mí, no comprender! Eso de que las Cofradías soliciten indultos a penados, cristianos por supuestos, luego el Ministro correspondiente lo propone en el Consejo de Ministros, donde se aprueba para pasárselo al Ministerio Fiscal, para que previo no sé cuantos informes se le conceda el perdón al “Barrabás” elegido, y todo ello en base a una tradición de hace algún tiempo, no lo puedo ni quiero entender; y eso sin entrar en el papel casi de obligado cumplimiento, aun con sentencia en contra del Constitucional, del servicio especial que estos días tienen que hacer las Fuerzas de Seguridad del Estado para rendir honores; entiendo que tengan que estar alerta por aquello de la masificación y los actos públicos, pero lo demás debería ser con carácter voluntario, ¿hay en estos cuerpos personas de otras confesiones? Ahí os quedo eso para que os confeséis con vosotros mismos.
Foto.-Cristina García

Pero no es este el mayor de los pecados de estos días. Nuestros jefes de Gobiernos de esta Europa insolidaria económicamente y socialmente, han hecho un pan como una hostia, a mí entender, con la solución salomónica que han puesto en marcha con el asunto de la devolución de los refugiados, cuantificados como si fueran moneda de cambio por exenciones fiscales y prerrogativas especiales para Turquía y pueda ser acogida en el club de los sin fronteras y aranceles. ¿No estábamos por una Europa sin fronteras? Pues parece ser que alguna empresa de alambradas y concertinas están haciendo el agosto en tiempo de invierno.

Y aquí en este punto me paro y reflexiono: “sí devolvemos a quienes están sufriendo una guerra que algunos han montado y otros están sufriendo, qué hacer con aquellos que amparándose en el “forofismo” futbolístico y empapados en alcohol, como en la Fiesta de Serrat,  se mofan, se burlan y humillan de quienes están en categorías inferiores, -según ellos-, ¿será que estamos creando castas sociales que deberían estar ya en el olvido? ¡”Los intocables”, siempre “los intocables” son los más desfavorecidos!

La semana de pasión de nuestros apóstoles elegidos tampoco está exenta de caídas y coronas de espinas; los unos están en funciones y no aparecen, tal Pilatos en Judea cuando por cobardía se lavó las manos; los del cíngulo morado ya han crucificado a su elegido quedando su mesías plenipotenciario; aquellos que predicaban a los ciudadanos se le ha aparecido la Verónica en forma de Diputada regional portando el paño con los estigmas de la Púnica;  aquellos que pretendía presidir la mesa pascual, los míos que diría una amiga mía, también les ha salido un Judas, gallego también, al final ha tenido que dejar la pesada cruz para que los cirineos correspondientes la soporten en el último tramo hasta el calvario.

El follón de las Fallas mejor lo dejamos para otra ocasión, que ahora con tantos pecados no sé si tendré bastante con una confesión o tendré que fustigarme. 

Ya terminando este mi sermón de semana santa, otra vez los muertos por la defensa de su dios, cuando nada justifica su matar, solo el ser intransigentes y asesinos. Desde aquel Abel que murió a mano de su hermano por ofrecer mejores sacrificios a su dios hasta el día de hoy, ¡cuantos “abeles”  caídos y cuantos “caines” asesinos se cuentan en la Humanidad!

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