Tenía yo ganas de
saltar de nuevo a la pizarra digital; he estado barajando por dónde y cómo lo
hacía. ¡Decidido!, he elegido hacer un blog porque según mis asesores es lo más
“chip” del momento, además da la posibilidad de ponerme la cara colorada
aquellos que a bien tengáis enseñarme, ya que entiendo que cualquier crítica
que tenga fundamento, siempre es un acicate para el aprendizaje.
Este humilde pendolista
(aquellos que solían imitar los caracteres antiguos escribiendo
caligráficamente y que su profesión se fue al traste por mor del invento de un
tal Gutenberg, ¡alemán tenía que ser!) intentará en la medida de sus
posibilidades, sino copiar, sí exponer mis pareceres sobre los acontecimientos
de toda índole y lugar.
Poste Cabildo |
Las imágenes que
aparecen son, como no, una panorámica de La Plaza de Garrovillas de Alconétar,
y la famosa paloma de Picasso, algo que vengo utilizando desde hace algún
tiempo, pues entiendo que es un símbolo de tolerancia, de lo que estamos algo
falto últimamente.
Voy a procurar
copiar de aquellos pendolistas el modo de escritura, en este caso como
reivindicación del declive en el que ha entrado, lo que se conoce como, “la
lengua de mi tocayo Cervantes”; si bien es cierto que con las nuevas
herramientas de comunicación ahora se escribe mucho, no es menos cierto que
nunca antes se ha hecho peor; y no dudo que pronto la profesión en auge sea la
de logopeda, por aquello de tener que enseñar a hablar a quienes perdieron la
voz en beneficio de los pulgares y las plasmas.
Nunca pensé yo que
me atreviera a tanto, paradojas de la vida. ¡Claro que la vida está llena de
paradojas! Pondré algunos ejemplos que le han salido a este pendolista en los
últimos días.
Si entendemos que
una paradoja es aquello contrario a lo que se considera cierto, no me dirán que
no es una paradoja que uno de los candidatos a Presidente, perteneciente a la
última hornada de políticos, defienda la eliminación de los agravantes por
violencia de género; que en su programa se recoja “el contrato único”; y que a
los maestros y profesores los catalogue de garantistas por ser funcionario. ¿Es
o no una paradoja?
Hay quien lleva pregonando ser claro y diáfano en las
exposiciones de las propuestas de los programas de los partidos, y resulta que
todavía no sabemos cuál es su postura referente a problemas tan acuciantes como
la secesión catalana, la reforma de la Constitución, critica la utilización de
los medios de comunicación por parte de los políticos… ¿no son estos paradojas?
Otro líder con
posibilidad de gobernar, del partido con más historia, también lleva en su
mochila alguna que otra paradoja, ¿o no lo es el preconizar primarias y luego
utilizar el dedo dirigible para poner y “desponer” a su antojo?, o adelantar
acontecimientos antes de conocer resultado y decir que no gobernará con este o
aquel, lo veremos. Paradojas a tutiplén.
No es menor la
incoherencia de aquel que lleva cuatro años dirigiendo los designios de una
nación y no se atreve a exponer ante sus adversarios lo ejecutado, cuando en
sus “monólogos plasmarios” defiende que los españoles, todos los españoles son
españoles y tienen un vaso que es un vaso y un plato que es un plato. ¿Esto va
en serio?
Claro que las
incongruencias están a la orden del día, el pendolista escucha que en una
catedral donde antes la entrada eran gratis y ahora cobran por ella 7 €, ha
aumentado los visitantes un 18%, ¡esto es incongruencia o masoquismo!
¿No será también
una insensatez este mi atrevimiento?
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