Revisionismo histórico

Publicado en el diario Hoy 24/11/2018

No hace mucho el concepto sobre el otoño era algo distinto de cómo se entiende actualmente; se juzgaba a la estación como triste, oscura, cuando se caía el pelo, o cuando los árboles se quedaban desnudos. Hoy se ve como un caleidoscopio colorista, renovador de lo inservible, se siguen cayendo cosas por si solas y otras son derribadas por aquello del revisionismo histórico.

Cada año, últimamente, se viene dando más importancia a las noticias que genera «el día de Colón»  -Columbus Day-, que se celebra en Estados Unidos, aunque más que celebración yo la definiría como «venganza extemporánea», somos muchos los que nos hemos sentido dolido por el acto central de este año, que ha consistido en retirar una estatua de Cristóbal Colón en la ciudad de Los Ángeles, que el mayor inductor del hecho ha sido el concejal  Mitch O’Farrell basándose en que Colón fue un genocida, tiene bemoles.

Mira que me cuesta a mi ver incongruencias en estos asuntos, pero es que a veces hacen ver hasta a los ciegos.

Resulta que el concejal en cuestión es descendiente de una tribu indígena de Oklahoma, y que el hecho se ha producido en la ciudad de Los Ángeles; aquí es donde se me emberrenchina el prurito y me pongo rojo como un cangrejo americano.

¡Pero como eligen Los Ángeles para culpar a Colón de genocida, si cuando se funda esta ciudad el derribado llevaba casi 300 años muerto! Además se convierte en salvapatria el descendiente de una tribu que precisamente está entre las que esquilmaron y redujeron a la mínima expresión quienes llegaron a aquellas tierras con el afán de soterrar y meter en las reservas a las tribus oriundas: seminola, apaches, sioux, cheyennes…

No diré yo que cualquier cosa que sea conquistada no acarree represión, pero lo que no entiendo es el querer leer y reescribir la historia y los hechos que acontecieron 500 años después.

¿Deberíamos los pobladores actuales de lo que fue la Hispania romana tirar por tierra el acueducto de Segovia, o volver a enterrar nuestro teatro romano de Mérida? ¿Nos sentiríamos más patrios luciendo con yeso para ocultarlas todas las bellezas de los artesanados moriscos que pululan por doquier nuestra actual España?

Lo que se conoce como «Conquista de América” puede ser comparable con cualquiera otro de los muchos imperialismos que se han dado a lo largo de la historia, y no fue más diferente de los que han protagonizado los romanos, ingleses, portugueses, italianos, etc., etc.; sí se puede y se debe volver analizarlos con una visión actualizada, pero solo para aprender y así  evitar los imperialismos y las guerras genocidas.

En cuanto a tratar de genocida a un personaje que, según se lee, estuvo más tiempo con los pies cerca del mar que de la tierra firme, me resulta por poco excesivo si se compara con quienes son compatriotas de los que mandaron subir unos grados la temperatura radiactiva en Hiroshima y Nagasaki no hace tanto.

Lo dicho: siempre los vencedores quieren reescriben la historia.